Mateo 11:29 es una hermosa invitación de Jesucristo que resuena profundamente con la doctrina cristiana: “Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.” En este versículo, Cristo ofrece un camino hacia la paz y la realización espiritual, instándonos a aprender de Su ejemplo de humildad y mansedumbre. Esta doctrina de aprender de la mansedumbre de Cristo y aceptar Su guía es fundamental en las enseñanzas de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, que subraya el discipulado, la humildad y la búsqueda de la paz interior a través de la obediencia y la fe.
Comprendiendo la Doctrina en Mateo 11:29
El “yugo” simboliza una carga compartida, una que llevamos en asociación con Cristo. Cuando tomamos Su yugo sobre nosotros, no caminamos solos por el viaje de la vida, sino con Su guía y apoyo. El yugo se convierte en una fuente de fortaleza en lugar de una restricción, permitiéndonos avanzar con dirección, amor y paz. Al aprender de Su mansedumbre, nos esforzamos por ser gentiles, compasivos y humildes, cualidades que nos acercan a Él y alivian las dificultades que encontramos.
La frase “y hallaréis descanso para vuestras almas” sugiere que la verdadera paz y el consuelo vienen solo cuando nos alineamos con Cristo y Sus enseñanzas. Esta paz no es la ausencia de dificultades, sino una resiliencia y serenidad internas que provienen de tener fe en Él.
Contexto Histórico en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
La doctrina de aprender de Cristo y tomar Su yugo ha sido un pilar en la historia de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Aquí hay tres eventos históricos donde este principio ha jugado un papel significativo:
1. La Primera Visión y el Establecimiento de la Verdad
En 1820, un joven José Smith oró en busca de guía y recibió lo que ahora se conoce como la Primera Visión. Esta notable experiencia sentó las bases para el evangelio restaurado. El encuentro de José con el Padre Celestial y Jesucristo fue un testimonio de que, al igual que Cristo en Mateo 11:29, no estamos solos. Al aprender del ejemplo de Cristo, José aceptó el “yugo” de difundir el evangelio restaurado, incluso frente a la persecución. Esto marcó el comienzo de una jornada para establecer las enseñanzas de Cristo en la tierra nuevamente e invitar a otros a encontrar “descanso” al asumir el yugo del discipulado.
2. El Éxodo de los Santos a Occidente
En 1846, enfrentando persecución y expulsión de sus hogares, los Santos de los Últimos Días se vieron obligados a abandonar Nauvoo, Illinois. El viaje hacia el oeste fue agotador y lleno de dificultades. Sin embargo, los pioneros demostraron su fe al tomar el yugo de Cristo sobre ellos. Encontraron descanso espiritual incluso en medio de desafíos físicos, extrayendo fortaleza de su unidad y fe en las enseñanzas de Cristo. Su travesía hacia el Valle del Lago Salado sigue siendo un ejemplo inspirador de resistencia y resiliencia, arraigado en la invitación de Cristo a aprender de Su mansedumbre.
3. Construcción del Templo de Salt Lake
Otro momento crucial en la historia de la Iglesia es la construcción del Templo de Salt Lake. La obra comenzó en 1853 y tomó 40 años en completarse. Para los primeros Santos, esta tarea simbolizaba tomar sobre sí el yugo de Cristo, aceptando la responsabilidad de construir un lugar de adoración y santuario. El templo era un lugar de “descanso” espiritual para los Santos, donde podían sentir la cercanía de Dios. Su compromiso con este proyecto muestra cómo abrazar las enseñanzas de Cristo y seguir Su ejemplo lleva a la realización y la paz.
Escrituras de Apoyo en el Libro de Mormón
Dos escrituras en el Libro de Mormón validan las enseñanzas de Mateo 11:29 y refuerzan la invitación a aprender de Cristo y encontrar paz al seguirlo.
1. Alma 37:36-37
“Consulta al Señor en todos tus hechos, y él te dirigirá para bien; sí, cuando te acuestes de noche, acuéstate para el Señor, para que él te cuide en tus sueños; y cuando te levantes por la mañana, deja que tu corazón esté lleno de gratitud hacia Dios.”
Estos versículos nos recuerdan la importancia de alinear nuestros corazones y mentes con la voluntad de Dios. Al consultar con Él y confiar en Su guía, tomamos sobre nosotros el “yugo” del discipulado, que a su vez nos trae paz y dirección.
2. Mosíah 24:14-15
“Y también aliviaré las cargas que se pongan sobre vuestros hombros, de modo que ni siquiera las podréis sentir sobre vuestras espaldas... y esto haré para que podáis quedar como testigos de mí en lo futuro, y para que sepáis con certeza que yo, el Señor Dios, visito a mi pueblo en sus aflicciones.”
En este pasaje, el Señor asegura a Su pueblo que Él les ayudará a llevar sus cargas, reflejando la promesa de Mateo 11:29. Al confiar en Él, encontramos la fortaleza para soportar y la certeza de que no estamos solos.
Citas de Presidentes de los EE.UU. que Reflejan la Doctrina
1. George Washington
“Es imposible gobernar rectamente una nación sin Dios y la Biblia.”
Las palabras de Washington destacan la importancia de confiar en las enseñanzas de Dios para guiarnos, un concepto que se alinea con el tomar sobre nosotros el yugo de Cristo y encontrar dirección en Su consejo.
2. Abraham Lincoln
“Muchas veces he sido impulsado a arrodillarme por la abrumadora convicción de que no tenía adónde más ir.”
La humildad de Lincoln y su dependencia en Dios durante tiempos de prueba reflejan la doctrina en Mateo 11:29. Al igual que Cristo, él reconoció la necesidad de recurrir a Dios para recibir apoyo y guía, encontrando paz en su dependencia en la fuerza divina.
3. Ronald Reagan
“Sin Dios, no hay virtud porque no hay estímulo para la conciencia... sin Dios, estamos atrapados en lo material.”
La reflexión de Reagan sobre la importancia de Dios en guiar nuestras vidas refleja el llamado de Cristo a aprender de Él. Subraya que el verdadero descanso y la virtud se encuentran al seguir principios divinos en lugar de meramente buscar objetivos terrenales.
Abrazando la Invitación de Cristo en la Vida Diaria
Mateo 11:29 nos llama a una vida de discipulado humilde, donde aprender del ejemplo de Cristo se convierte en nuestro camino hacia la paz. Las experiencias históricas de los primeros Santos demuestran que seguir las enseñanzas de Cristo, incluso en tiempos de dificultad, trae fortaleza interior y unidad. El Libro de Mormón y otras escrituras cristianas apoyan esta doctrina, recordándonos la importancia de alinearnos con Dios y de abrazar las bendiciones que vienen con tomar sobre nosotros el yugo de Cristo.
A medida que avanzamos en nuestras propias vidas, podemos encontrar consuelo al saber que aprender de la mansedumbre de Cristo y caminar en Sus caminos nos llevará a una paz duradera. El yugo del discipulado, en lugar de ser una carga, es una bendición que nos guía a través de las dificultades de la vida, ofreciéndonos descanso y seguridad. Esta doctrina no solo es un fundamento de fe, sino una invitación a la acción: caminar con Cristo, encontrar descanso en Sus promesas y, como los Santos de antaño, extraer fortaleza de Su amor y ejemplo.
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