La migración es una realidad que ha existido desde tiempos antiguos. Personas han cruzado fronteras en busca de seguridad, libertad y oportunidades. Sin embargo, cuando la migración se da fuera de los marcos legales, surgen dilemas morales y espirituales que debemos considerar con seriedad.
### La Obediencia a la Ley
Las Escrituras enseñan que el respeto por las leyes es un principio divino. En *Doctrina y Convenios 58:21*, se nos instruye: “Ningún hombre quebrante las leyes del país, porque el que guarda las leyes de Dios no tiene necesidad de quebrantar las leyes del país.” Esto nos lleva a reflexionar sobre la importancia de actuar dentro del marco legal y promover soluciones que respeten la ley.
El *Libro de Mormón* también enfatiza el principio de justicia y orden en la sociedad. En *Mosíah 29:25*, se explica que los pueblos deben establecer leyes justas para el bienestar de todos. La estabilidad de una nación depende de que sus habitantes respeten sus normas.
### El Mandato de Ayudar al Prójimo
Por otro lado, la caridad y el amor al prójimo son principios fundamentales. En *Levítico 19:34*, se nos recuerda: “Como a un natural de vosotros tendréis al extranjero que more entre vosotros, y lo amarás como a ti mismo.” A lo largo de la historia sagrada, se nos enseña a tratar con compasión a quienes están en necesidad.
El Salvador mismo fue un refugiado cuando, de niño, su familia huyó a Egipto para escapar de la persecución (*Mateo 2:13-15*). Esta historia nos muestra la realidad de quienes deben abandonar sus hogares por circunstancias difíciles.
### Encontrando un Equilibrio
¿Cómo equilibramos estos principios? *Doctrina y Convenios 134:1* nos recuerda que Dios estableció los gobiernos para el beneficio del hombre y que debemos buscar cambios en la ley de manera pacífica y justa si consideramos que necesitan mejorar.
Esto significa que podemos apoyar políticas que promuevan una migración más ordenada y justa, mientras brindamos ayuda a quienes están en necesidad dentro del marco legal. Nuestro deber es mostrar amor y misericordia sin fomentar la desobediencia.
### Reflexión desde la Filosofía Chilena
El pensamiento filosófico también puede ayudarnos a comprender mejor este dilema. Dos filósofos chilenos han abordado temas de justicia y ética social desde perspectivas relevantes.
**Gabriel Salazar**, historiador y filósofo chileno, ha trabajado ampliamente sobre las dinámicas de poder en la sociedad y la historia de los sectores marginados. Según él, el contexto de la migración debe entenderse dentro de una estructura social que a menudo deja a ciertos grupos desprotegidos. Su enfoque nos invita a reflexionar sobre cómo las leyes pueden adaptarse para atender mejor las necesidades humanas sin perder el orden y la estabilidad de una nación.
Por otro lado, **Jorge Millas**, filósofo y humanista chileno, planteó que el concepto de justicia debe siempre estar en equilibrio con la libertad y la dignidad humana. En el contexto de la migración, esto nos lleva a preguntarnos cómo las políticas migratorias pueden reflejar una ética que respete tanto la legalidad como la humanidad de las personas que buscan un nuevo hogar.
### Conclusión
No debemos caer en extremos. Obedecer la ley es un mandato divino, pero también lo es el amor al prójimo. Podemos apoyar reformas legales, ayudar a quienes buscan una mejor vida dentro de lo permitido por la ley y, sobre todo, actuar con caridad y comprensión. Como en todo, la clave está en buscar la guía de Dios y seguir principios de justicia y misericordia en equilibrio.
Este tema es complejo y requiere sensibilidad. La migración ilegal es un desafío social y moral que nos invita a reflexionar profundamente sobre cómo podemos contribuir a soluciones justas y equitativas sin comprometer la ley ni nuestra obligación de amar y servir a los demás. Como nos enseñan tanto las Escrituras como la filosofía, el equilibrio entre la justicia y la misericordia es el camino más sabio a seguir.
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